viernes, 7 de septiembre de 2012



No hay que preocuparse por encontrar las palabras correctas, sino las más sinceras.


Cuanto tiempo se puede aguantar un amor no correspondido? Cuanto tiempo nos podemos mentir a nosotros mismos creyendo que amamos cuando en realidad estamos obsesionados con esa persona? Obsesionada con volver a sentir el calor de sus manos, la calidez de sus besos, la paz que la profundidad de sus ojos me trasmitían, y quien sabe cuantas otras locas obsesiones entorno a el extrañe.
Pero son solo eso, son obsesiones, no es amor, es querer algo por que lo vemos y no podemos creer que no sea nuestro, que no lo tengamos si nos va perfecto, que no lo tengamos si tenemos todas las posibilidades de que sea nuestro. Podes tenerlo todo, pero no tenes eso que querés ya, ahora, y es como si tuvieras nada. Como si todo girase alrededor de eso que te falta ahora, que no te es necesario, pero vos lo necesitas como el aire.
No lo quiero, no siento nada. Pregúntame por esa obsesión, no se que decirte, no, en realidad si se que decirte, me doy pena, obsesionada con algo que no tiene sentido, nunca tuvo sentido esa obsesión. Siento pena por su orgullo, siento pena por la importancia que le di. Siento pena de todo, de nada y de mucho. Me da pena que al fin y al cabo, fue eso, una simple y minúscula obsesión.